Elisha tuvo un mal rato al llegar a la meta, ya que se tropezó con la alfombra. Pero bueno ese golpecito no es nada para un Keniano, ellos están acostubrados a sufrir golpes mas duros en la vida y nunca se quejan.
Se dice que tienen una gran tolerancia al dolor. La mayoría de los corredores Kenianos provienen del campo, donde es una costumbre antigua el circuncidarlos sin anestesia. Los jovenes de entre 13-15 años son obligados a sentarse en silencio mientras los mayores de la comunidad realizan el proceso. El llanto y los quejidos no están permitidos.
Nicholas Twolongut dice "Cada vez que siento dolor en el entrenamiento, recuerdo el dia de mi circuncisión. El dolor de un entrenamiento intenso simplemente no se compara con eso. Un keniano no tiene limites después de ese momento. Mi padre me dijo que recordara ese dolor y que comprendiera que después de esa ceremonia soy capaz de soportar cualquier dolor con los ojos abiertos."
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