Ayer cumplí 33. Recibí muchas felicitaciones por Twitter, por Whatsapp, por Facebook, por Line, iMessage, BBmessenger, Viber... pero pasó algo muy curioso: Ni una sola llamada telefónica. Lo que me dejó pensando: Que chucha happened?
Pudo tratarse de conveniencia. Es muy sencillo recibir un recordatorio de Facebook alertándote de un cumpleaños, en cuestión de 30 segundos puedes usar la misma aplicación para escribir en el muro tus felicitaciones, o usar cualquier programa de mensajería instantánea para el efecto.
Pudo tratarse de economía. Una llamada puede costar unos exhorbitantes 12 centavos por minuto! mientras que a través de internet cuesta lo mismo mandar uno o mil mensajes. Pero por que no una llamada via Skype o Viber?
Pudo tratarse de incomodidad. Hay cosas que se hacen por compromiso, y que mas compromiso que el de cumplir con una felicitación de cumpleaños para alguien con quien trabajas o a quien conoces desde hace muchos años. La magia del internet nos permite ahorrarnos esas conversaciones incómodas.
Pudo tratarse de un cambio de época. Porque estamos en la era de lo tecnológico, de las redes sociales y todo eso, que anticuado eso de estar llamando a alguien, sería como a estas alturas estar escribiendo y mandando cartas, o sea un anacronismo total!
Pudo tratarse de simpatía. Quizás no soy tan encantador como alguna vez fui o como alguna vez creí... nahhh imposible.
Cualquiera que sea la explicación, me preocupan esos 34. Por mi lado espero nunca mas entrar en esta mecánica tan impersonal y de ahora en adelante ser más old-school y en esas ocasiones especiales hacer una breve y sencilla llamada telefónica.